Tener el coraje de apropiarnos del miedo a sentirnos falibles, imperfectos, inseguros y expuestos nos conecta con la fuerza que reside en la aceptación incondicional de nosotros mismos.
En ese amor por nosotros, en el reconocimiento de nuestra complitud, está el poder de la vulnerabilidad.
El poder que nos da el amarnos sean cuales sean las circunstancias, sean cuales sean los retos.
Es así como nos damos cuenta que nuestras luces existen porque nuestras sombras también forman parte de nosotros.
[…] En el fondo el miedo nos muestra nuestra enorme fragilidad. Nos enfrenta a la pérdida. Nos enfrenta al no tener, al perder, a la vergüenza, al dejar de ser, de existir para alguien o para nosotros mismos. Nos enfrenta a la pérdida de la mirada y del reconocimiento del otro. Nos enfrenta a la vulnerabilidad. […]
[…] En el fondo el miedo nos muestra nuestra enorme fragilidad. Nos enfrenta a la pérdida. Nos enfrenta al no tener, al perder, a la vergüenza, al dejar de ser, de existir para alguien o para nosotros mismos. Nos enfrenta a la pérdida de la mirada y del reconocimiento del otro. Nos enfrenta a la vulnerabilidad. […]