Autores: Pedro Sepúlveda Gutiérrez y Claudio Drapkin
El escenario:
Un modelo, una filosofía, una mirada sobre las organizaciones que se llama Valor Total. Nace en el año 2014 como resultado de unir experiencias reales con clientes, conocimientos adquiridos y una visión sistémica del management que se plasma en el libro Verdades en Juego[1], se desarrolla en el 2017 en el libro La Empresa Total[2] y se desgliega de manera cooperativa y co-creativa en el año 2020 con el libro Total Value Management[3].
Los actores:
Un profesor de Estrategia Financiera a Largo plazo de ESADE, Pedro Sepúlveda, y su alumno, Claudio Drapkin, que los vericuetos de la vida hicieron que se conocieran como tales en 1989, y hasta ahora, como personas y amigos que se entienden en mutuo respeto y reconocimiento.
La tesis defendida por Claudio: La cuestión es adaptarse de manera continua.
El modelo de Valor Total plantea que una organización es capaz de permanecer y desarrollarse en el entorno en el que opera cuando es capaz de gestionar de manera equilibrada tres palancas fundamentales.
La primera es su excelencia operativa, resultado de diseñar y gestionar de manera efectiva sus estructuras y los procesos que le dan vida y cuyo impacto final se recoge en la cantidad de Valor Económico producido.
La segunda es su excelencia organizacional, resultado de diseñar y gestionar una amalgama de variables cuyo impacto fundamental es la calidad de las relaciones que sustentan la gestión de la excelencia operativa. Esta calidad relacional se visualiza en el grado de confianza, cooperación y liderazgo que se despliega.
Y, la tercera, es la excelencia adaptativa, resultado de mantener activa y de manera constante la capacidad de adaptación de la organización a las vicisitudes del entorno.
La configuración de estas tres palancas, y en espacial de la Capacidad de adaptación, genera una cantidad determinada de Valor Total consiguiendo que:
Por esta razón la capacidad de adaptación la entendemos como la palanca que permite “adaptarse y evolucionar en el entorno, de manera continuada”. Es un adaptarse que no genera desconexión con su esencia. Al contrario, la protege para poder seguir avanzando. Una característica de los organismos a la que Jorge Wagensberg llamó “adaptabilidad”.
La antítesis defendida por Pedro: La cuestión es desarrollar capacidad de respuesta
El entorno que rodea a la empresa interrelaciona con todos sus elementos. La interrelación provoca agresiones del entorno a sus elementos. Entre ellos las empresas que conforman el sistema económico.
Las funciones internas de la empresa se interrelacionan entre sí y a su vez con el entorno. La relación de las funciones internas busca el equilibrio interno. A su vez la empresa busca un equilibrio con el entorno. Sería lo que denominamos homeostasis, que es la propiedad de los organismos para mantener una condición interna estable, compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio de materia y energía con el exterior.
Adaptarse, sería aceptar las agresiones del entorno y acomodarse ante una nueva realidad, es decir adoptando una actitud pasiva.
Existe la posibilidad, en determinados casos, de tener una actitud más activa generando cambios en el entorno.
Las respuestas que frente a las interacciones de un organismo mantiene con el medio ambiente pueden ser de tres tipos.
La adaptación corresponde fundamentalmente a este último tipo de respuesta. Posiblemente sea la respuesta más lejana a la empresarial.
Pero la pregunta es: ¿hay que adaptarse o dar una respuesta al entorno? Si aceptamos que hay que dar una respuesta, esta puede ser “adaptarse”, pero sería la última posibilidad, cuando diéramos por perdido el partido. Entonces si no puedo enfrentarme al entorno trato de morir con el menor dolor posible.
La adaptación al entorno ha llevado a las empresas a desplazar la producción de chips a China, porque era más barato y había que adaptarse a un entorno que iba en esa dirección. Esa medida ha provocado que tanto en USA, como en Europa, se produjera un proceso de desindustrialización. Hasta que un día, un gran barco se atravesó en el canal de Suez, con millones de chips electrónicos, necesarios para la industria de automóviles, lavadoras, lavavajillas, etc. El atasco que se produjo afectó a cientos de transportes e hizo saltar por los aires el modelo de “Just in Time”. Este modelo, con el retraso provocado en Suez, demostró que las distancias físicas entre un proceso y otro eran importantes.
La teoría de sistemas reconoce que el entorno tiende a producir entropías a los participantes del sistema. Eso significa destrucción y muerte.
¿Debemos adaptarnos a la destrucción y a la muerte?
Es cierto que al final todo se destruirá, pero la gestión empresarial, tiene como objetivo retrasar ese proceso todo lo posible. Es lo que le sucede a un médico, que sabe que su paciente al final morirá, pero hace todo lo posible para que ese proceso se retrase todo lo necesario.
No hay que adaptarse a ese entorno entrópico. Hay que dar respuestas que nos hagan permanecer supervivientes. Ese es el rol de la gestión empresarial. Activo, no pasivo resignado.
Definiciones relevantes al caso del Diccionario de la lengua española
Adaptar: Acomodar. Ajustar algo a otra cosa.
Hacer que un objeto o mecanismo desempeñe funciones distintas de aquellas para la que fue construido.
Acomodarse: avenirse a diversas circunstancias o condiciones.
Dicho de un ser vivo acomodarse a las condiciones de su entorno.
En el proceso de adaptación se puede perder lo fundamental, la razón de ser, la misión de una organización. Se pueden ignorar o destruir los valores.
Se trata entonces de interactuar con el entorno, consiguiendo un equilibrio, sin perder los valores y sin renunciar a la misión de la organización.
Una propuesta de síntesis conversada por Pedro y Claudio
Estamos convencidos de que:
En base a lo anterior creemos adecuado proponer un ajuste al modelo de valor total en su palanca de capacidad de adaptación. Proponemos que la denominación de esta palanca refleje de manera más directa, adecuada y sin necesidad de explicaciones adicionales lo que realmente implica. Y por ello proponemos que la “capacidad de adaptación” pase a denominarse “capacidad de respuesta” en la que la adaptación es una de las posibles respuestas, pero no la única.
Y así lo dejamos escrito a consideración de todos los usuarios del modelo y, en concreto, a la Red de Consultores cuyo compromiso es el desarrollo y uso de este.
[1] Drapkin, C. “Verdades en Juego: Un mapa para construir organizaciones poderosas”. Códice Editorial. 2014
[2] Díaz, E; Drapkin, C; Garcia, M; Povill, N “La empresa total”. Profit Editorial. 2017
[3] Díaz, E; Drapkin, C; Garcia, M; Povill, N, Red de Consultores Totales. “Total Value Management”. Profit Editorial. 2020