Nací en Santiago de Chile en 1968 y llegué a Barcelona con 12 años. Mi origen y vivencias en la infancia marcaron significativamente mi visión sobre el mundo. Me licencié en Ciencias Empresariales y MBA por ESADE e inicié mi carrera profesional en el ámbito de la Planificación Financiera como directivo en Pepsico Restaurant Intl para el Sur de Europa y Norte de África. Sin embargo las circunstancias me llevaron a cambiar de rumbo encontrando así mi verdadera vocación: contribuir a que las organizaciones sean entornos en donde se produzca de manera sostenible y las personas puedan encontrar su sentido profesional.
Me formé como Consultor en Desarrollo Organizacional y Consultoría de Procesos con Itamar Rogovsky (GR-Institute. Israel) y como Especialista Acreditado en Coaching Relacional en el Instituto Relacional de Barcelona del que fui miembro de su Consejo Ejecutivo desde el 2011 al 2015. Complementé mi formación con otras disciplinas y modelos de comprensión del comportamiento humano.
Desde 1997 trabajo acompañando procesos de cambio y transformación en organizaciones privadas y públicas lo que me ha dado una visión amplia de la trama que configura un sistema humano. Y lo hago desde SOLO Consultores, firma de consultoría que fundé y dirijo desde ese año. Y en ella sigo trabajando hoy en día, mano a mano con mi equipo de socias, Nuria Povill, Marta García y Elizabeth Díaz. Gracias a ellas, a su apoyo e infinita perseverancia y compromiso hemos construido un proyecto lleno de sentido personal y profesional que seguimos desarrollando y haciendo crecer.
Desde 2014 hemos sintetizado y puesto en práctica el Modelo de Valor Total, que ha tomado su forma definitiva en 2017 con la incorporación de una Tipología de empresas , un Índice de medición de Valor Total (TVI) y un modelo de liderazgo que lo hace posible. Finalmente, en 2020, desarrollamos Total Value Management, la metodología de aplicación del modelo, junto a otros 20 consultores y 6 referentes técnicos.
Mi camino profesional se ha ido construyendo, entre otras cosas, por la huella que han dejado en mi algunas personas de las que he aprendido mucho de lo que sé y ahora transmito.
Mi agradecimiento a Samuel Husenman, Joan Garriga, Carlos Vignolo, Humberto Maturana, Eugenio Moliní, Itamar Rogovsky, Alex Pattakos y Luis Espiga. Y, en especial, a Sergio Krupatini y Joan Quintana con los que he podido construir nuevas ideas y proyectos y con los cuales aún tengo el placer de colaborar de manera cercana.
Así mismo sin lo leído y aprendido, entre otros, de Jorge Wagensberg, Ignacio Martinez Mendizabal,Peter Drucker, Gary Hamel, Peter Senge, Fred Kofman, Chris Argirys, Arie de Geus, Charles Handy, Jim Collins, Rafael Echevarría y Viktor Frankl ni mis aportaciones ni yo mismo seríamos lo mismo.